sábado, 10 de octubre de 2009

El Amor en la Red.












!EXISTE! el amor en la RED.

     Siendo el amor un sentimiento tan fuerte, no escapa, ni siquiera virtualmente, de producir las mismas o más fuertes alteraciones, que el amor tangible, en aquellas almas que por azar se tropiezan y se conocen en la WEB.

     En este novedoso sistema de comunicación, los dedos son los que toman por la rienda a las palabras, que van decodificando imágenes de personas que, poco a poco, formarán parte de nuestras vidas, al ir conociendo sus gustos, sus inquietudes, su nivel cultural, sus entretenimientos, su familia, el tiempo de que dispone para navegar en la Red, su música preferida, las presentaciones que más le agradan. etc. etc. etc...

     Este conocerse entre internautas, se logra bien sea por Chat, Correos Electrónicos o por envíos de Comentarios a través de Blogs. Las intercomunicaciones constantes van creando una adicción epistolar que, en algunos casos, va creciendo hasta alcanzar lo que denominamos AMOR VIRTUAL.

     Quiero que conozcan el significado de la palabra VIRTUAL:

     "Virtual es un lugar que imaginamos, algo que no podemos tocar, ni alcanzar, un lugar en el que creamos un montón de cosas que nos gustaría hacer. Creamos nuestras fantasías transformamos el mundo casi como quisieramos que fuese".

     Este concepto lo extraje de un correo titulado "Reflexión", enviado por mi amiga Fidelia Leal, el 17 de Noviembre de 2008.

     Dentro del terreno Virtual se consiguen todo tipo de historias, desde las de navegantes, que tienen la suerte de encontrar a personas brillantes y de nobles sentimientos, hasta los que se tropiezan con psicópatas, cuya mente oscura los conduce a la perversidad. Casos como este han sido, tristemente, reseñados en los Medios de Comunicación, por lo que es recomendable tener mucha precaución con estos "inofensivos" intercambios de amistad.

     Esta página es el resultado de entrevistas realizadas en varios Centros de Navegación de Barquisimeto-Venezuela, donde se exponen las más diversas historias ocurridas en la RED. Los nombres, a petición de los autores, fueron sustituidos por ellos mismos, con el fin de preservar su identidad.


FELICIDAD

     Javier Pérez es un joven Administrador que dice haber conocido a una amiga, con quien lleva un año de intercambio electrónico:

     "Una noche de insomnio, me encontré chateando, frente a mi computadora, y apareció el nombre de la persona que transformó mi vida. Empezamos a conocernos, de manera espontánea y nos dimos cuenta de que teníamos gustos afines, en la música, en las lecturas, en los entretenimientos. El día en que le confesé mi amor, tardó dos días en comunicarse. Para mí fueron dos siglos de agonía: Perdía a cada instante la concentración en mi trabajo, revisaba el correo a cada rato, y en la Bandeja de Entrada aparecía todo tipo de nombres, menos el de ella.

     La impaciencia me doblegó, a tal punto que me alejaba, a intervalos, del ejercicio de mis actividades diarias, hasta que llegó su respuesta. Primero me castigó enviándome 6 Presentaciones, sin ningún mensaje, y en la N° 7, llegó el correo que esperaba, donde me decía que le había costado asimilar tener un tipo de relación por Internet, que estuvo cavilando mucho sobre mi declaración de amor, pero dentro de todo sentía mucha alegría. Me dio las gracias por elevarle la autoestima y colmó de besos el Espacio de Comunicación, lo cual tomé como un SÍ. Después nos manifestabamos todo tipo de cariño, en palabritas de amor que nos inventabamos para llamarnos. La vida se nos fue llenando de páginas de felices colores. Nos seguimos comunicando diariamente y el día en que chateamos, frente a la Cámara Web, para conocernos, ambos sentimos que se había consolidado nuestro sentimiento".


¡¡¡SUSTO!!!

     "Esto de chatear es burda de bueno, tengo novias en todas partes y me salen económicas. (Risas). El mes pasado conocí a una chama que se puso intensa, al punto de que quería armar viaje para que nos conocieramos. ¡Peeeeeerro! Lo que hizo fue correrme porque no tengo la posibilidad económica de atenderla, no la puedo llevar a mi casa porque mis pures pegarían el grito al cielo y además ¿cómo queda mi novia ahí, que de virtual no tiene nada? Lo que hice, entonces, fue hacerme el loco y no volverle a responder". Quien así se expresa es Salomón Díaz, un joven estudiante de bachillerato, de 17 años y un asiduo visitante de los Centros de Navegación.

PURES: Dicho en el argot juvenil, es usado para referirse a sus padres.
CHAMA: Muchacha
BURDA: Pasado de bueno, la mar de bueno, algo óptimo.



HUMOR Y AMOR

     Jamás sospeché estar loca de amor mediante el sistema de Internet, afirma Mailet Barazarte. Mi vida ha dado un giro de más de 180°, desde el inovidable día en que, chateando, conocí a un humorista colombiano de 28 años. Yo tengo 22. Las transformaciones orgánicas también son percibidas, en nuestro entorno, cuando tenemos vivencias positivas, a través de la red. Desde que lo conocí, la alegría se hizo presente en mis días. Mis compañeras de estudios lo notaron: mi expresión taciturna dio paso a un rostro totalmente rejuvenecido. "¡Estás enamorada!", me gritaban a coro mis amigos, y yo reía con picardía, pero sin soltar prendas. Desde que nos conocimos por la cámara digital, me hace caricaturas de amor, que siempre me está enviando. Es maravilloso tener este amor en secreto, para vivirlo a plenitud.


AMOR REAL.

     "Agarra esa tabla y surfea sobre las olas del mar de mi vida". Este fue el mensaje que hizo que se me bajaran las medias. Aquel hombre se me ofrecía, en el chat, con una trasparencia y desparpajo que me dejó un sabor de querer seguir conociéndolo. Y así fue. Para ese entonces tenía novio y con la llegada de este ejemplar a mi vida, me di cuenta de que mi relación iba en picada. Capté que sólo me dejaba conducir por una fastidiosa monotonía. Alberto, con esa pasión, frenesí y denuedo, influyó favorablemente en mí, para dar fin a unos amores que no me estaban conduciendo a ninguna parte", me informa Daniela Ríos, una secretaria de 25 años y prosigue: "A mí no hay cosa que más me enamore que un hombre zumbado, sin empaches. Mi ex, era muy formal, con muchos prejuicios y tabúes, que fueron ensombreciendo la relación, hasta que me llegaron estas aguas cristalinas donde sigo navegando apasionadamente".



CUANDO EL AMOR SE ACABA

     Este Centro de Navegación, donde estuve entrevistando, trabaja con 16 monitores. Después de hablar con una señorita, encargada del Cyber, sigo adelante y recorro con la vista a los usuarios que allí chatean, investigan o se entretienen jugando. La disposición de las computadoras está distribuida en una L invertida y en la parte que constituye el angulo, una señora escribe un correo. La abordo explicándole la intención que persigo y se ofrece a atenderme, por lo cual apaga la computadora y me sugiere responder a mis preguntas en el cafetín de la esquina. Accedo, con mucho gusto, para escuchar, con atención, su relato amoroso.

     Mi nombre es Anaís Viagney Gimenez Osto, 52 años, docente de Educación para el Trabajo, jubilada, divorciada y sin hijos.

     Mi historia de amor en la Web, también tiene sus etapas : conquista, noviazgo de frenesí, decepción, ruptura y un renacer pseudoamoroso de pasatiempo.

     Comencé recibiendo presentaciones de un hombre a quien no conocía. No soporté la curiosidad y terminé escribiéndole para informarme sobre su identidad. Esa persona resultó ser un intelectual dicharachero, que entre los contactos, de un correo que recibió, seleccionó mi nombre y comenzó a manifestarse. Por su edad, 58 años, debía ser casado, pero nunca quise saberlo. Empezamos a cultivar una hermosa amistad con intercambios de conocimientos, juegos, fotografías, presentaciones, etc. hasta que un día me soltó, con mucha naturalidad, que estaba enamorado de mí, a lo cual no respondí por la sorpresa que me produjo lo inusual de la situación. Nunca le dije nada sobre lo planteado. Seguimos escribiéndonos, poco a poco con un trato cariñoso de frases de amor, de parte de ambos y muchos emoticones de besos y abrazos. Eramos novios por el comportamiento. Vivíamos en una permanente comunicación, contándonos nuestras vidas, nuestros problemas, pendientes el uno del otro, nos extrañabamos, nos queríamos...

     Mi amor virtual fue muy hermoso. Siento aún sus vibraciones a través de la pantalla del monitor. Sabía cuando estaba eufórico, triste, agobiado por problemas o agotado por el trabajo. A través de sus palabras, sentía el impulso de su acelerada energía rítmica. Una empatía nos invadió hasta el momento en que le confesé el secreto a una persona, a quien creí amiga, le nombré las hermosas cualidades de mi amigo y ella comenzó a bombardearlo con Presentaciones, hasta que él fue perdiendo el interés en la comunicación conmigo. Lo peor del caso es que yo conocía la situación del motivo de su indiferencia y me hacía la loca porque no me gustan las enemistades, ni soy persona de formar brollos. Poco a poco, nos fuimos distanciando. La tristeza invadió mis días de silencio, en que no se comunicaba, hasta que aprendí el arte de renunciar a la espera y comencé a darle importancia, y a escribirle más seguido, a un amigo y contacto que tengo en Miami, que conmigo se porta como todo un caballero.

     Hay momentos, en que mi amigo intelectual, me ha seguido enviado correos, que nunca espero y por cortesía le respondo con alguna hermosa o interesante Presentación. Ambos sabemos que esta relación se acabó y la comunicación actual no es sino un pasatiempo. Nos escribimos, casualmente, porque ya ninguno dispone de tiempo para el otro, y al final me di cuenta de que es una persona que le da mucha importancia a este viejo adagio: "Cuando hay Santos nuevos, los viejos no hacen milagros" .

     Para finalizar la entrevista, le pregunto a Anaís, con picardía y riesgo a una mala respuesta:

     ¿Y el correo que guardó, hacia quien iba dirigido?
Al mayamero, mija, que para ese sí me sobra tiempo (Risas).

     Salimos del establecimiento y la dejé en el Centro de Navegación, agradeciéndole su confesión y su tiempo para la realización de mi trabajo. Aprendí esa tarde, que para el amor no existe edad ni en la Web.


METAMORFOSIS

     "Si tú vieras a ese hombre, te enamorarías" me confesó, Mirely Agray, con los ojos visiblemente humedecidos. Por esos días había terminado una torrencial relación virtual, de más de un año, con un español a quien apodaba "el Lobo "

     -¿A qué viene el apodo de Lobo? -pregunté curiosa.

     -Porque tiene en el brazo el tatuaje de un lobo.

     -¿Cómo lo conocí? Me encanta chatear y de esa manera apareció en mi vida, pero nunca me imaginé que un amor, por Internet, me fuera a desquiciar y a producir el dolor que estoy sintiendo. Ese hombre es hermoso, parece un príncipe, de hecho le decía "mi príncipe".

     Comenzamos conociéndonos, a través del chat. Cuando nos tuvimos más confianza me sugirió llamarme por teléfono. El cambio de horario desde Valencia-España, me afectaba porque él se dirigía a mí a las 3 de la mañana y conversabamos, casi hasta las 7 . Pasaba el día como una zombie, pero feliz. El es un acaudalado empresario de 50 años, edad que no se le nota para nada. Yo lo veía a él a través de la cámara Web, pero no él a mí, cosa que aceptaba aparentemente.

     Un día, mi lobo, me sorprendió diciéndome que él quería viajar a Venezuela a conocerme, porque tenía para mí, muy buenas intenciones. El alma se me encogió del susto porque yo tengo una relación muy estable y compenetrada con un hombre maravilloso. La cabeza comenzó a darme vueltas pensando en la excusa que debía darle. No sabía qué hacer. Esperé su llamada y le confesé que me había casado. Entonces, llorando me dijo que ya él le había dicho a su mamá que viajaría a casarse con una latina, venezolana, de un corazón noble, bella porque él ya había visto mi foto. Lo que sucedió fue que yo tenía en mi espacio de Windows Live, una foto de mi hija, y con una cámara, con un Zoom arrechísimo, le había tomado una foto, creyendo que era yo.

     Cuando me dí cuenta del equívoco, traté de aclarar la situación, mientras él me decía: "pero si tú eres super-hermosa y eres super-jóven".

     Total que el lobo se enamoró del físico de mi hija y de mi alma al mismo tiempo. Es una combinación difícil. ¿Cómo decirle que yo no era la de la foto?. Ese hombre me ofreció matrimonio, bueno, no a mí, a mi hija, bueno... a las dos, no sé si me entiendes... Seguimos comunicándonos, pero yo me sentía mal con el engaño, hasta que un día me armé de valor, le dije la verdad y le pedí disculpas. La reacción fue de disgusto que manifestó al no volverse a comunicar conmigo. El despecho me torturaba y yo me descargaba, desgarradoramente, en mi espacio de Windows:

     -"¡Enséñame cómo se olvida!".

     -"¿Cómo te voy a dejar?".

     -"¡Te amoooooooooo!".

     -"El don de la verdad es el mayor de todos los dones".

     -"¡Señor, ayúdame a entender la mentira e hipocresía del ser humano!".

     -¡Tú eres mi leyenda de vida..., la historia que quiero seguir escribiendo!".

     Esta ha sido la experiencia más difícil que he tenido, el es bellísimo, espectacular. Después, se hizo un largo silencio en nuestra comunicación, hasta que en Navidad me atreví a enviarle un correo tan profundo en sentimientos, que tal vez por la nostalgia del pasado placentero, se vio en la obligación de responderme. Fue el regalo que recibí del Niño Jesús. Es posible que en luna llena, esté aullando de amor en la oreja de una loba.



ERA MI DIARIO ELECTRÓNICO...

     Tengo un blog de Informática y una tarde, revisándolo tropecé con un comentario, en cuyo contenido se percibía a una persona muy jovial, procedente de mi misma ciudad, que me felicitaba por el contenido y diagramación de mi trabajo, al mismo tiempo que me pedía establecer una amistad para intercambiar información tecnológica, ya que nuestros perfiles coincidían.

     Al comienzo me envió una serie de artículos y direcciones electrónicas de páginas webs, bastante interesantes. Yo las revisé y le hice comentarios que fueron de su interés y agrado. Empezamos a sentir curiosidad por conocer cuál era nuestro quehacer cotidiano. Al transcurrir los días fuimos conociendo nuestros gustos recreativos, artísticos, musicales, para luego ir ahondando en nuestro entorno familiar. Yo volcaba, diariamente, sobre su desconocida figura la narración de mi vida desde la infancia hasta mi fallido matrimonio, con un hijo universitario a punto de casarse. También él, a traves del correo, me fue relatando su vida hasta llegar a compenetrarnos y a sentir como si nos conociéramos de toda una vida. Desde entonces, esperaba la tarde con impaciencia para leer sus mensajes y sentirme a su lado, a través de sus palabras, que cada vez eran más cálidas, más íntimas, más arrulladoras, más... ¡Ay, Dios mío!...

    Tuve una amiga del bachillerato que estaba al tanto de toda esta inusitada historia. El día en que decidimos conocernos, ella me ofreció su casa para recibirlo porque sentía temor de que mi hijo me censurara este tipo de relación. Fui a la peluquería, me mandé a arreglar hasta las uñas de los píes, para exhibirlos con unas sandalías bellísimas que estrenaría esa tarde.

     Antes de la hora fijada para la cita, llegué donde mi amiga, vuelta una calamidad de nervios y emociones diversas. Cuando sonó el timbre, las piernas casi se me doblaban. Al abrir la puerta mi amiga estaba ubicada detrás de mí, lo que confundió a Igor que no sabía cuál de las dos era yo. Inmediatamente le descifré el enigma presentándole a Vinicia. Tomamos asiento, mientras mi amiga se dirigió a la cocina desde donde trajo copas y una botella de vino aludiendo que la ocasión ameritaba un brindis, que el momento no se debía dejar pasar desapercibido, ni siquiera un instante.

     La velada transcurría muy agradable y amena...pero yo comencé a captar, a través de mi intuición de mujer, algo raro en el ambiente: observé, varias veces, a mi amiga mirando a mi bombón fija y detenidamente, en otras palabras: se lo estaba buceando. Yo me hacía la que no percibía la situación.Ya faltando poco para la despedida, me ausenté para llevar las copas a la cocina y lavarlas, para ayudar a Vini. Al regresar al recibo, observé a mi amiga escribiendo algo en una libretica. Más adelante sabría que se trataba del correo electrónico de Igor.

     En los días sucesivos, cuando hablaba por teléfono con Vini, noté que ella no me preguntaba por Mister Web, como lo bautizó. Cuando yo me disponía a contarle algo sobre mi relación electrónica, la notaba con evasivas, cambiando ligeramente el tema, por lo cual terminaba despidiéndome. Opté por no llamarla tan seguido, mientras Igor, que no dejaba un día sin comunicarse conmigo, empezó a disminuir sus mensajes por el correo, con excusas, sin sentido. Confieso que sufrí mucho. Me desesperaba cuando, en los atardeceres, no encontraba su nombre impreso en mi Bandeja de Entrada. No tenía ninguna dirección, ni teléfono donde ubicarlo que no fuera la Web. Igor era un hombre casado. y en estas condiciones el dolor se me acentuaba hasta convertirse en llanto; sin embargo, nunca llegué a hacerle ningún reproche.

     Una mañana me aparecí en casa de Vini, sin anunciarme. Ella es Contabilista y trabajaba en su hogar, por lo que sabía con precisión de que allí la encontraría.
Sentía la necesidad de verla para desahogar mi aflicción, para contarle que Igor no me había vuelto a escribir, sin motivo alguno. Abrió la puerta y casi sin responder a mi saludo, se dirigió hacia su computadora muy apresurada, mientras yo la seguía. Ella trató de manipular la página con el ratón, pero ya era tarde para lo que trató de ocultar y que percibieron mis ojos: en la Bandeja de Entrada de su correo aparecía el nombre de Igor en forma de plana, llenando casi toda la página. Allí vi, aproximadamente, como 15 correos enviados por él. Me invadió la nostalgia al ver transcrito su nombre en otro espacio que no fuera el mío. Comprendí todo y supe por qué no siguió teniendo tiempo para enviarme sus mensajes. Entendí que ya no tenía ninguna esperanza debido a ese manto de falsedad que habían estado tejiendo sobre mi, sin que yo lo percibiera. Cuando Vini apagó la máquina, no tenía sentido de que yo estuviera allí. Me dirigí hacia la puerta sin pronunciar palabras. Con el pecho encogido, salí buscando el aire de la mañana, me dirigí a mi auto estacionado frente a su casa. Abrí la puerta, entrando apresurada y estallé en llanto.

     Llegué a mi casa revisando la computadora, que después de proporcionarme tanta alegría, también me había colmado de infelicidad. Vacié todos los mensajes de Igor, guardados en una carpeta titulada "Mi Amor" y después procedí a bloquearlo para siempre. De Vinicia no quiero saber más nada y ella lo sabe porque un día se le ocurrió llamarme y al reconocer su voz le colgué el teléfono, también para siempre...
Crisálida Lira.

     Este mensaje me fue enviado a mi correo electrónico, porque su autora, cuando visité el Centro de Navegación, donde se encontraba, no tuvo tiempo para relatarme la historia y prometió hacérmela llegar. Cumplió y desde aquí le hago llegar efusivas palabras de gratitud. ¡Suerte!.


ARREPENTIDA.

   Aquella mañana visité un Centro de Navegación ubicado en el Este de la Ciudad. Allí conté 16 mesas, de las cuales sólo dos estaban en funcionamiento, ocupadas por un adolescente y una joven señora, a la cual me acerqué tratando de ver si tenía alguna historia romántica virtual que se atreviera a compartir. En el monitor pude leer el título de un artículo que estaba escribiendo sobre los beneficios del Perejil. La saludè informándole sobre el propósito de mis entrevistas, a lo que accedió gustuosa a relatar la suya.

   Cuando mis amigas me enseñaron a chatear, tal fue mi adicciòn , que hubiera querido comunicarme con el mundo entero. Acababa de salir de bachillerato y estaba en lista de espera para ingresar a la universidad. Por otra parte, los Centros de Navegación se convirtieron para mí en un refugio porque el ambiente de mi hogar era insostenible, con un padrastro que aprovechando la penumbra de las noches, se paraba frente a la ventana de mi dormitorio a observarme durante cuartos de horas que se convertían en siglos de angustia, de temor, con un silencio obligado que me impedía gritar porque mi madre creía que yo le tenía idea y ojeriza a ese señor. Después, que concluía su observación se retiraba, mientras calmaba mi estado de tensión desbordándome en llanto. No querìa por nada del mundo permanecer en mi casa, por lo que decidì mudarme para casa de mi abuela.

   Instalada en mi nuevo hogar, apreciè el valor de la paz y la seguridad. Dormìa bien, sin sobresaltos y con alejados temores. Ahora sì estaba disfrutando de mis vacaciones y me la pasaba navegando en la compu de mis primas, hasta que un dìa... apareciò en el chat un desconocido casi suplicante, queriendo compartir unas palabras conmigo porque se sentìa muy solo y agobiado por problemas con su familia. Sin negarle mi disposiciòn al diàlogo, nos comunicamos esa noche. Al siguiente dìa volvimos a chatear hasta hacerse costumbre, para ambos, este sistema de comunicaciòn. Dìa a dìa compartìamos ideas, hobbies, gustos musicales, gastronòmicos. Lleguè a sentirme compenetrada con una persona a quien no conocìa fisicamente, pero que me hacìa mucha falta. Mis pensamientos estaban concentrados en "el muchacho del chat" como yo lo llamaba. El deseo de escucharlo en palabras se me volvió obsesivo. Quería tenerlo muy cerca. Le dije adiós a mis escrúpulos y se lo hice saber. Enseguida me dijo que me esperaba en el atardecer en el terminal de Guanare.

   Mi abuela y primas me vieron, sorprendidas, acomodando mi maleta por lo que les hice saber que me estaba haciendo mucha falta mi mamà, pero que sòlo estarìa una semana con ella y despuès regresarìa. -¡Si supieras cuánto me ha pesado la inconsciencia de ese momento!-

   Estando a tres horas de distancia del chateador, la travesìa se me hizo interminable. Sòlo pensaba en el momento en que estuvieramos juntos. La intensidad de su recuerdo borrò por completo el de mi familia. Y allì estaba con una gorra azul y un ramito de flores. El me identificò de inmediato porque ya me habìa visto por el Facebook. Yo lo detallè en una ràfaga: bajo de estatura, bastante moreno, algo gordo y mal parecido fìsicamente. Este retrato desapareciò de mi vista al evocar sus palabras de amor, su constancia, la dulzura de sus besos y cariñitos virtuales. En fìn, el amor no sòlo enloquece sino que transforma la realidad.

   Despuès de los saludos y apretados abrazos, Roger me condujo a su casa. Allì lo esperaba su papà, quien me recibiò de manera muy cordial. Esperaba ver a otras personas, pero durante la cena supe que en esa casa sòlo vivìan ellos dos. El me había hecho saber que allí vivía con unos tíos y primos, pero no era así. Este fue el primer eslabón de la cadena larga de mentiras dichas en el chat.
Pasè una semana buscando trabajo de pastelera hasta que encontrè un negocio de tortas, en donde estaban solicitando a dos trabajadoras, con urgencia. Regresè con esta novedad y allì estaba Roger, como de costumbre, durmiendo en una hamaca, sin hacer nada, sino perdiendo el tiempo a su manera, mientras su padre nos esperaba con el almuerzo hecho.

   Al decirle que debìa tener màs consideraciòn con su padre y que quien debìa hacer el almuerzo era èl, se descompuso de tal forma gritàndome y tirando contra el suelo algunos objetos decorativos. Su conducta me dejò absorta. Supe después que él no trabajaba ni hacia nada. Los días pasaron con mi decepción a cuesta, que sólo calmaba mi actividad en el trabajo, donde cada día obtenía más enseñanzas sobre este oficio.

   El día en que supe que estaba embarazada, te confieso que no lo tomé con la alegría conque lo hacen otras mujeres que hasta celebran con su esposo. Llamè a mi familia para notificarles mi novedad, con una tristeza imborrable, por los malos ratos que les hice pasar, despuès de mi huida de mis dos hogares maternos.

   Un día Domingo nos estabamos bañando y le comenté que debía hacer lo posible por buscar un trabajo, ya que traer al mundo un hijo no era cosa de juego sino de responsabilidad. Vi, entonces, cómo sus ojos se dilataron exhibiendo la magnitud de su ira. Por el aire vi el puño que se venía sobre mi rostro y, al tratar de esquivarlo resbale y caí sobre el piso mojado, mientras él se secaba, se vestía y salía rápidamente, dejándome con el vientre adolorido y sin fuerzas para levantarme.
El padre de Roger, pasando cerca del baño, vio la puerta abierta y fue quien me auxilio y me llevò al ambulatorio màs cercano. De allí me remitieron al hospital porque el caso era bastante delicado. Después que salí de la anestesia, supe que me habían practicado un curetaje porque había perdido a mi bebé. Mi desesperacìón fue tal que una enfermera tuvo que inyectarme un sedante para que me calmara y dormí hasta el amanecer. Cuando me desperté, sólo mi suegro estaba haciéndome compañía. Roger no me hizo falta para nada. Su mala conducta había liberado a mi corazón, de donde lo saqué para siempre.

   Ahora, estoy viviendo nuevamente con mi familia. Trabajo en una sucursal del negocio de tortas de Guanare. Estudio en una universidad sabatina y tengo un blog de Salud con Vegetales que en este momento estoy alimentando y, como ves, cuando estoy frente la computadora es para ampliar mis conocimientos. Te informo que se me acabaron para siempre las ganas de chatear. El sufrimiento me llevó a la madurez y ésta me condujo al blogueo, donde, sin moverme de la casa, me gano mis dolaritos.

   La historia de Herlinda Suárez me lleva a reflexionar que cuando se conocen  personas por la  red, hay que tener moderación y no protagonizar conductas desmedidas, como fue su caso, en que se sintió tan segura de su interlocutor, que no busco ayuda ni consejos  de ninguna amiga o familia que le impidieran la realización de un viaje destructivo.

   ¡Gracias Herlinda por tan aleccionadora historia!.



 






1 comentario:

  1. que hermoso relato, casi saltan lagrimas en mis ojos, fue realmente un amor bellisimo por lo que pude leer, y me siento identificada y no se porque con esa persona que amo a ese lobo español, a su principe, soy demasiado sencible y me hubiese gustado ser esa mujer,sentir esa pasión a distancia, vivir lo que no se ha vivido es arriergarse a fluir, o hundirse en el vacio y en este momento me pregunto...cuanto tiempo la dama de la historia se dejó fluir y consiguio algo hermoso, fabuloso henchida el alma, de un sentimiento jamas experimentado? pienso que hundirse en el vacio tambien tiene su valides, aún en el vacio se puede encontrar con el ser, maestro que le enseña una lección de vida, es posible que la dama en cuestion, haya aprendido una leccion.....FELICITACIONES POR TAN MARAVILLOSA HISTORIA DEL PRINCIPE LOBO, RECIBE UN BESO Y UN ABRZO DE QUIEN TE AMA CON TODO SU CORAZON.......

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